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"Encuéntrome yo, Miguel de Cervantes Saavedra, en este nuevo mundo, y mi estupor no hace más sino medrar. Todo hase visto trocado y enredado, hasta que ello escapa de mi entendimiento. Aun así, probaré a esbozar la manera de aducir mi argumento.
Tiempo atrás imperaba la desdicha sobre la gente, pero agora todos parecen habitar en una idílica existencia. Reina la armonía, hase propagado el saber por las mentes de todos y cada uno, vive la gente en la abundancia, sana, más tiempo y goza de derechos, hase encumbrado la medicina... Desde luego, nada ha que ver con aquellos yermos tiempos que solo auguraban infortunio y escasez y se abalanzaban sobre el débil pueblo llano, y aquellos tiempos reprimidos por la inxusticia que al mísero vituperiaba y amparaba al potentado.
¿O no es así?
Tal vez posea esta nueva era cuantiosas virtudes, pero semejante situación preséntase asimismo con sus perjuicios. Aquí llegado, topéme además con que persiste la pobreza, son bandidos los pudientes, hay países en desgracia, y la gente mira hacia otro lado. He advertido desto que no difieren tanto mis tiempos, y paréceme eventualmente que tal vez necesite este otros cuatro centenarios. A pesar dello, quisiera por una ocasión abandonar este sombrío raciocinio mío y pensar que puede ir todo a mejor, en razón de que existen formas de facerlo y de encaminar la humanidad hacia la prosperidad."
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“¿Tropezáis con uno que miente?,
gritadle a la cara: ¡mentira!, y ¡adelante!
¿Tropezáis con uno que roba?,
gritadle: ¡ladrón!, y ¡adelante!
¿Tropezáis con uno que dice tonterías,
a quien oye toda una muchedumbre con la boca abierta?,
gritadles: ¡estúpidos!, y ¡adelante! ¡Adelante siempre!”
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“La más miserable de todas las miserias, la más repugnante y apestosa argucia de la cobardía es esa de decir que nada se adelanta con denunciar a un ladrón porque otros seguirán robando, que nada se adelanta con decirle en su cara majadero al majadero porque no por eso la majadería disminuirá en el mundo.
Sí, hay que repetirlo una y mil veces:
con que una vez, una sola vez, acabases del todo y para siempre con un solo embustero habríase acabado el embuste de una vez para siempre”
Vida de Don Quijote y Sancho. M.Unamuno